De las casas de campo al universo hyppie
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De las casas de campo al universo hyppie

Hablar de comunidad hyppie es hacer un viaje al pasado. Si no conoces bien aquella época; y los motivos que llevaron a tantas personas a sumarse a este movimiento, siempre puedes informarte a través de los libros. Aunque existe otra opción: charlar directamente con alguna persona que haya vivido intensamente aquellos años. No es un pasado tan lejano.

Muchas de las casas de campo en alquiler que existen hoy en día en las islas Baleares, como puede ser el caso de Ibiza o Formentera, «vivieron en primera persona» el apogeo hyppie de los años 60. Un movimiento que se ha ido diluyendo con el paso de los años. Todo cambia tarde o temprano, la sociedad evoluciona y se transforma.

Casas de campo con mucha historia.

En las islas Baleares ya no se encuentran las comunidades que existían en los años 60. En ocasiones nos llega alguna información sobre «nuevas comunas», que se crean con la intención de revivir tiempos pasados; pero hoy en día es muy complicado que se repita. Aquella época debemos situarla en un contexto muy concreto, en la sociedad actual no se dan las mismas circunstancias. La sociedad ha cambiado mucho y no es la misma de aquellos años.

El movimiento hyppie fue capitaneado por jóvenes que querían cambiar el mundo; que anhelaban una sociedad distinta. Las pequeñas comunidades «neo-hippies» que podemos encontrar hoy en día en Ibiza o en Formentera; resisten al envite de una sociedad muy diferente. Son más una nostalgia del pasado que un movimiento capaz de volver a cambiar el mundo. Aunque si hay un lugar donde podría renacer con fuerza, sería en las islas Pitiusas, sin duda alguna.

Las muros que conforman algunas de las casas de campo de Formentera, tienen «muchas cosas que contar» y atesoran infinidad de historias vividas con intensidad.

Campo, naturaleza y calidad de vida.

La naturaleza nos regala calidad de vida y esto se traduce en mejoras para nuestra salud. Estar en el campo, cerca del mar, respirando aire puro y disfrutando de bonitos paisajes, es sinónimo de bienestar. Es evidente que todo depende de cómo afrontemos esta privilegiada situación, porque los móviles e Internet llegan a prácticamente todos los lugares.

Desconectar para conectar con la naturaleza depende de nosotros mismos; así que quizás lo más inteligente sea disfrutar del momento. Ya disponemos del resto del año para estar hiperconectados. ¿Cierto?

Planear unas pequeñas vacaciones con la familia, en una casa de campo de alquiler, nos permite reactivarnos y planear actividades conjuntas. Las opciones son muchas, desde ir hasta la playa atravesando caminos en bicicleta o andando, hasta visitar lugares de interés turístico o paisajístico. El aire puro y los paisajes naturales ayudan a relajarse y a desintoxicarse de las ciudades.

No necesitas vivir en el campo para disfrutar de la naturaleza.

Muchas de las personas que viven en una gran ciudad han pensado alguna vez en irse a vivir al campo. Quizás atraídos por historias contadas en televisión, donde explican lo idílico del cambio. Es cierto que la vida en el campo es más sana que en la ciudad, pero también entendemos que no todo el mundo quiere prescindir de una vida urbanita; porque también tiene muchas comodidades.

Tener una idea demasiado idílica de lo que supone vivir en una isla, puede llevar a confusión, porque aquí también se trabaja, igual que sucede en cualquier ciudad. No hace falta dejarlo todo: trabajo, vivienda, amigos… y marcharse a la aventura para disfrutar de la naturaleza en una isla. Si tienes claro que necesitas desconectar durante unas semanas al año, existen infinidad de opciones donde elegir. Lo importante es saber combinar y alternar las épocas de trabajo y también de ocio.

Para desconectar no es necesario romper con todo y volver a vivir en una comuna hyppie de los años 60. Basta con decidir un bonito lugar para pasar unos días de descanso, lejos del bullicio de la gran ciudad y en contacto con la naturaleza y el mar. Si al final decides visitar la isla de Formentera, el alojamiento lo ponemos nosotros, en Can Corda podrás elegir entre cinco casas con distintas capacidades y servicios. Todo lo demás: la tranquilidad de estar unos días en plena naturaleza, los paseos agradables, las idílicas puestas de sol y las felices historias del pasado, forman parte de la isla. ¿Te animas a comprobarlo?

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